El misterio de las hojas que bailan

Una mañana, la jirafa Sofía disfrutaba de sus galletas de palma favoritas, observando el entorno. De repente, algo inusual llamó su atención: las hojas de los árboles cercanos se movían de manera extraña, aunque no había viento.

„¡Miren!” – exclamó a sus amigos. „Estas hojas se comportan de manera muy sospechosa”.

El león Kuba se acercó, ajustando su sombrero. „Hmm, en efecto, parece como si estuvieran bailando” – murmuró, rascándose la barba.

El ratón Patrycja sacó su lupa y comenzó a examinar las hojas. „¿Serán plantas mágicas?” – se preguntó en voz alta.

El hormiguero Alfred, que acababa de terminar su desayuno de hormigas, se acercó y comenzó a olfatear el aire con su largo hocico. „Siento algo extraño… como un olor a… galletas”.

La jirafa Sofía se ruborizó de repente. „Ups… creo que sé qué pasó” – dijo, un poco avergonzada. „Estaba comiendo galletas de palma y quizás las migas cayeron sobre las hojas debajo”.

Los detectives miraron hacia abajo y vieron un grupo de hormigas intentando mover las migas de galletas, lo que causaba el movimiento de las hojas.

„¡Ya tenemos la solución del misterio!” – se rió el león Kuba. „Las hojas bailarinas son simplemente hormigas en una fiesta de galletas”.

Todos estallaron en risas, y la jirafa Sofía prometió que la próxima vez sería más cuidadosa mientras comía el desayuno. Desde ese día, cada vez que veían hojas moviéndose, bromeaban que probablemente era otra „fiesta de galletas” de Sofía.

Así que otro misterio en la selva fue resuelto por los detectives animales, aunque esta vez la culpable resultó ser su propia amiga y su afición a las galletas de palma.